¿A quién le perteneces?

¿Te has preguntado alguna vez a quién le perteneces? Si la respuesta ha sido “me pertenezco a mi”, ¿qué implica esa respuesta? ¿A qué te refieres?  Por el contrario, ¿sientes que podrías estarle perteneciendo al sistema, a las figuras de poder en tu vida, a las tradiciones o culturas familiares o a lo que los demás esperan de ti?

Te voy a compartir a quién le estuve perteneciendo yo por muchos años.

Ziré: la chica respetuosa, culta, responsable, amable, alegre, servicial, inteligente, de excelencia en su desempeño académico. Todo lo que hiciese que representara a una persona distinta a las cualidades antes mencionadas, estaba catalogado como “malo” por mí misma, y yo no lo sabía. Por muchos años le pertenecí a las creencias de mi familia, a las expectativas de mis profesores, a los deseos de otros sobre mi vida y mis decisiones. Le pertenecí a mis miedos y a otras personas cuando callaba mis necesidades, cuando no expresaba mis molestias, mis dolencias e incluso mis alegrías. No me pertenecía: yo era de quien mi mundo inmediato quería o esperaban que fuera. 

No fue hasta hace cuatro años atrás que puedo contarles que sentí cómo estaba viviendo ahogada de palabras que no decía, presa de conversaciones que necesitaba tener y no me atrevía por tenerle terror a lo que para mi era el conflicto, a la confrontación, por el miedo a que me rechazaran por pensar diferente, por miedo a que me dejasen de querer por tener otros puntos de vista o estilos de vida a las personas más cercanas a mi.

Nunca fui más valiente en mi vida como cuando comencé a verbalizar las cosas con las cuales no estaba de acuerdo de mi crianza, cuando le dije a aquél chico “hey, estoy enamorada de ti” o cuando me dije a mi misma que no quería seguirme dedicando a lo que llevaba años dedicándome. Romper el silencio creó un “caos” en el exterior, pero de manera muy efímera, todo fue mucho menos crítico de lo que mi mente se había imaginado. Crear silencio para hacer permanecer la “paz” exterior solamente nos crea una tormenta interior que en un algún punto será imposible de sostener. 

Hace tres años me propuse crear una vida donde pudiera vivir en congruencia conmigo misma: que mis pensamientos, sentimientos, palabras y acciones fuesen de la mano, congruentes una con la otra. El nivel de vulnerabilidad que esto ha requerido de mí me ha hecho conocer la valentía que habita en quien soy. Puedo reconocer el largo camino que me falta por recorrer, pero puedo reconocer también el largo camino que ya he recorrido hacia la verdadera autenticidad. Me encanta la persona que soy y en la que me continúo convirtiendo. El cultivar fidelidad conmigo misma ha hecho de mi círculo social el acertado para mí, y me ha hecho ser una persona acertada para elles. Sé que los períodos turbulentos llegarán de nuevo pero no quiero dejar de celebrarme sin sentirme culpable por ello, porque estar bien me ha costado demasiado. Me presumo porque se que esto le da inspiración y permiso a otros de hacer lo mismo, y porque me consta que la luz interior de cada persona, cuando viene de un buen lugar, no apaga la luz de nadie, sino que nos recargamos, alumbramos y finalmente nos hace acompañarnos en los retos venideros.

Ya lo dijo la gran Brené Brown: “No hay acto de valentía sin vulnerabilidad”, y yo no puedo encontrar cosas más atractivas y admirables en las personas que el que se atrevan a mostrarse vulnerables. Es MARAVILLOSO. Me inspiran a continuarlo siendo, a continuar buscando la congruencia en mi Ser. Si crear un estilo de vida y crear las circunstancias para practicar el ser congruentes con nosotros mismos no es creatividad, dime tú qué es entonces.

Ahora vuelvo y te pregunto, ¿a quién le perteneces? Yo, con todo el camino que aun me falta por crecer, puedo decir con orgullo que me pertenezco a mi, a mis pasiones, a mis creencias, a mi espíritu, a mi capacidad de amar y crear. 

Crear las condiciones para pertenecerte y ser congruente contigo es una decisión que te retará pero te compensará con mucha plenitud. Piénsalo, hoy puede ser ese día donde empieces a Crearte Libre.